No hay duda que cada vez son más los dispositivos que se conectan a la red y no hay más que ver a los responsables del IT para ver que están desbordados. ¿Qué solución tenemos? Traducir a un lenguaje humano y dejar de hablar en binario utilizando la seguridad semántica.
En uno de mis proyectos utilizamos una aplicación llamada SIRENA que se encarga de traducir la información de bajo nivel a un lenguaje que cualquiera pueda entender. Dejamos de utilizar direcciones IP para identificar el activo con su nombre y además, si lo enlazamos con un Análisis de riesgos, podemos identificar quién es el responsable de ese dispositivo e incluso identificar qué amenazas tiene asociadas y cuales son los controles definidos para resolverlos.
Está claro que sencillo no es, pero el resultado deja de ser chino para ser espanglish, que es más fácil de entender.